VACÍO

viernes, 31 de octubre de 2008
Cada uno con su vacío.

El suyo me ha dicho, ya es mas grande de lo que él quisiera...

Quisimos competir cada uno por el nuestro...y por un momento... algunas horas... conseguimos sin quererlo, llenarlos... desaparecieron sin buscarlo...se evaporaron...

Ayer pude disfrutar del día, porque estuve con otro de los pocos "amigos de verdad" que tengo, esos que escasean...en fin...ya sabes...

Felipe Sanchez de La Nieta Nuñez de Arena, tipo peculiar (aunque solo sea por el nombre), odiado por lo que aparenta ser, y querido por lo que es. Amigo, luchador incondicional, vacilador profesional, blando como el solo, soñador como el que mas, lleno de vacío, vaciado por el tiempo, pero Amigo con MAYÚSCULAS.


-Llevo unos días jodido- empezó diciendo cuando nos sentamos a comer en "El portico".


-No levanto cabeza desde hace unos meses- dejó caer a media tarde...

-Estoy VACÍO David- Acabó diciéndome con un lagrimón en cada ojo...a eso de la 10 de la noche...



Dos personas vacías, con ojos vacíos, comiendo en un restaurante vacío...

Esto es VACÍO

VACÍO=NADA.


Pero ayer no hubo "Nada" precisamente... si que hubo sí...hubo recuerdos, hubo ojos llenos, confesiones, risas, brillo, y alguna lágrima...Nos desprendimos de nuestros correspondientes vacíos, quizás el me robó el mio, y yo le quité sin querer el suyo, pero conseguimos llenarlos y sentirnos personas...

...de repente, empezó a entrar gente en el bar, gente y mas gente...y tuvimos que levantar la voz para poder oírnos entre el murmullo.

VACÍO:
























1 comentario:

AcEi dijo...

¿Te has preguntado alguna vez que siente una carretera en medio de la noche sin alumbrar, rodeada de árboles y montañas?
Quizás mientras conducía me sentía carretera, un lugar transitado por vehículos que van de un lado para otro, cado uno con un destino.
Y ella allí, sola…
Da igual que esté triste o contenta, que sienta o que no.
Siempre está allí, dispuesta a guiarte….., a avisarte…¡¡¡¡¡Cuidado curva!!!!!!
Paré el coche en un camino, apagué las luces y me bajé.
Me senté en el suelo y me fumé un cigarro haciéndola compañía, entonces ella comenzó a hablarme.
“No te preocupes por mí, no estoy sola, tengo como ves a ambos lados de la carretera árboles, montañas, venados que bajan a beber agua al pantano, zorros en busca de comida, conejos….
Pero yo… me siento sola aún estando rodeada de personas; la contesté”.
Ella me dedicó una de sus mejores sonrisas y me dijo: “Apaga ese cigarro, móntate en tu coche y sigue tu camino. Yo estaré aquí siempre que me necesites, quizás de regreso,
cuándo nos volvamos a ver ese vacío que sientes haya desaparecido y entonces me mirarás de otra manera, te sentirás llena, plena y reiremos juntas pareciéndote este momento un recuerdo absurdo”.
Me levanté del suelo, apagué el cigarro, me monté en mi coche y continué mi camino.

Lo bueno de esta vida, es… que los malos momentos no perduran.